Un edificio tiene que contar con los mejores componentes en seguridad, y los videoporteros Fermax de Valencia son prueba de ello. Tener uno de estos aparatos es una muestra de la calidad que tiene una construcción o un edificio y lo más importante, son unos grandes aliados en seguridad.
Prestaciones de los videoporteros
Un telefonillo automático es la opción más barata, pero en el momento en que se habla de seguridad, no habría que dar tanta importancia al aspecto económico. Y es que el uso de un videoportero conlleva muchas ventajas, entre ellas la seguridad, ya que es posible controlar el acceso de cualquier persona a una comunidad de vecinos al ofrecer una imagen de quien está accediendo al edificio.
A través de su pantalla se tiene un control absoluto de lo que sucede en la entrada del portal sin necesidad de que nadie tenga que llamar, ya que se puede accionar la telecámara siempre que se desee. Es decir, si se quiere mirar lo que está pasando en la calle en cualquier momento, será posible. Por otro lado, los videoporteros son intuitivos y sencillos de manejar, por lo que es igual la edad del usuario, ya que le resultará sencillo operar con ellos.
Su instalación es muy sencilla y apenas requiere obras. Ofrecen una gran calidad tanto de vídeo como de audio. Atrás quedaron las malas calidades de las imágenes y las interferencias incómodas. Todo ello ha mejorado considerablemente y los videoporteros de hoy en día ofrecen unas imágenes nítidas incluso con poca luz.